La Virgen de Versalles - Maria Antonieta - Quinta Parte

Retrato de Maria Antonieta como Delfina de Francia

Aquella primera noche de los novios solo duermen, el problema del matrimonio no consumado los primeros meses es de los recién casados, pero luego esto traspasa las habitaciones de ellos y se vuelve cada vez más grande hasta que toda Francia se mofa de la incapacidad del Delfín de Francia, pero a pesar de que la situación empeora, el matrimonio no se consuma ni en un mes ni en un año, lo que atraerá serios problemas; algo detiene a Luis Augusto pero no se sabe que es.

no se puede decir que sea la culpa de María Antonieta ya que ella a sus 15 años es un jovencita encantadora, rubia, esbelta, de unas formas más o menos proporcionadas, de unos ojos azules profundos, unos labios rosados, es un buen prospecto de belleza, pero parece que esto no logra excitar a Luis Augusto, lo increíble es que ambos son jóvenes en pleno desarrollo, muchos a esta edad tienen las hormonas alborotadas, la única manera de liberarlas es teniendo sexo, pero en esa habitación dorada no hay acción!!!.

Un año después del fatídico matrimonio en 1771 María Teresa le escribe a su hija «caresses, cajolis» carisias y mimos, pero sin abusar de ellos, le dice la experimentada mujer, con esto mejora la situación y el Delfín visita cada noche a la Delfina pero no se consuma el matrimonio, pasan dos años y la Emperatriz se impacienta ¿qué pasa con el heredero?, María Antonieta le confiesa a su madre de que podría ser «maladresse et jeunesse», en torpeza y juventud, pero lejos están de acertar que se debe a una fimosis de la cual padece Luis Augusto que le produce un intenso dolor que a último momento le hace desistir del acto sexual.

Luis XV también interviene en este asunto sobre la incapacidad de su nieto y habla con él y solicita al médico de la corte revisar a Luis Augusto, el médico le dice que se someta a una leve operación para solucionar el problema pero Luis Augusto es dejado por su propia naturaleza y se rehúsa, María Antonieta consciente de que uno de los propósitos de su matrimonio fue el de tener descendencia, trata de inducir a Luis Augusto de someterse a dicha operación, así pasan siete largos años María Antonieta se vuelve la burla de la corte, Luis Augusto del pueblo; ridiculizando de esta manera el poder real.

María Antonieta Delfina y Reina viene siendo humillada públicamente en varias ocasiones y no solo ella sino el mismo Delfín que llego a ser Rey durante esta crisis matrimonial pública; para que Luis XVI se anime a realizarse la dichosa operación tuvo que venir su cuñado el Emperador José II desde Austria, quien le explica, lo induce y le aconseja las consecuencias de no hacerse la operación.

(imagen) Jose II Emperador del Sacro Imperio Romano Germanico hermano de Maria Antonieta en su visita a Versalles

Este es el comienzo de la hostilidad hacia María Antonieta ya que no se acusaba a Luis Augusto el de la ausencia de descendencia sino a María Antonieta que como mujer se veía humillada frente a todos, desde sus damas, hasta su servicio y las mujeres del mercado murmuraban sobre la ineptitud de ella al no ser lo suficiente mujer de provocar que su esposo la hiciera su mujer, cuando la carroza de María Antonieta pasaba clandestinamente en las madrugadas por Paris las mujeres del mercado al reconocerla alzaban a sus hijos en señal de burla por su incapacidad.

En el asunto todos se inmiscuyen desde la corte española que llego a tratar el asunto como secreto de Estado; se hacen informes detallados en las cortes de Cerdeña, Prusia y Sajonia, se ríen y bromean reyes y príncipes sobre el bochornoso asunto de su colega, en Paris circulan libelos, panfletos y coplas.

Esto determina el carácter del Rey y de la Reina, Luis XVI se vuelve retraído no es capaz de mostrarse en público, se refugia en sus aficiones la caza y la herrería, no ve la manera de complacer a María Antonieta ya que no la puede complacer de la manera que debe, la compensa permitiéndole salir a altas horas de la noche, ir a viales, salas de juego, operas, gastar el dinero más de lo permitido, adquirir joyas ropas caras, etc.

María Antonieta al ver la incapacidad de su marido de tratarla o al menos de ser su amigo, se refugia en amistades algo peligrosas, y en actividades dudosas que provocan escándalo en la corte, y en su madre la Emperatriz de Austria, cada noche huye de su lecho conyugal, asiste a bailes de mascaras, coquetea con caballeros, se preocupa por adornarse demasiado, trata de llenar ese vacío que tiene de una manera equivocada, llega a Versalles a las cuatro o cinco de la mañana, cada año que prolonga su desgracia hace que se vuelva cada vez mas frívola, pero aquel vacio de amor nunca se llena, a pesar de que tenga el vestido más brillante, el diamante más caro, los zapatos más hermosos, el tocado más alto, nada de eso la satisface, es mas se siente más vacía que nunca, y esto se nota cuando le escribe a su madre que su parienta la Duquesa de Chartres ha dado a luz, en su primer embarazo a un niño muerto, ella le dice a su madre la Emperatriz:

«Por muy espantoso que tenga que ser eso, quería por lo menos llegar
hasta ahí».

Esto resume la desesperación de María Antonieta de ser madre; el honor de la Delfina se pone entre dicho; como todos en la corte saben que Luis no es lo suficiente hombre para hacerla su mujer, ellos tan pervertidos espera a ver como la Delfina soluciona este problema buscando un amante, así cualquier conversación o paseo a caballo con un caballero se vuelve el chisme de la semana y no solo con los caballeros si no también con las damas, o cualquier salida en grupo se vuelve una orgia para los cortesanos ansiosos de historias que ocupen su tiempo libre, libelos pornográficos circulan Versalles y Paris.